martes, 3 de noviembre de 2009

“EI-BI-CÍ, GUAN-TU-TRI”:


Los universitarios se vistieron de ángeles, muerte y de lamento, reclamando a los culpables la muerte de 49 niños y niñas de la Guardería ABC. Nadie faltó a la cita, Bours, Calderón la bodega, el IMSS y sobre todo la representación de Dios en la tierra (El Papa), fueron cuestionados un día antes de celebrar el día de Muertos.

La Muerte Zanquera pedía su pan de muerto y la justicia pero no la encontró; preguntó y preguntó, nadie respondió. Se topó con un elemento de la Policía Estatal Investigadora que cuidaba el elefante blanco que lleva por nombre: Procuraduría del Estado. No hubo respuesta, un silencio sepulcral marcaria la frase dirigida a los que por obligación nos cuidan, ¡donde está la justicia pendejo! Jamás hubo respuesta… La marcha así respondió: ¡porque son unos pendejos, por eso no encuentran la justicia! Lo que encontró la Muerte Zanquera en su trayecto fue un pan del Oxxo.

El Papa fiel a su dogma prohibió votar a favor de propuestas que apoyen el aborto, la eutanasia, manipulación y destrucción del genoma humano.

Prudencia Sonora, fue la cereza del pastel, “no vemos”, “no escuchamos”, “no hablamos”, cuestionaban los universitarios, en Sonora todo está prohibido decían, menos los negocios que hacen ricos a unos cuantos, la justicia ciega y golpeada, no se podía liberal, tres madres de blanco la rodean y dándole vuelta exigen: quiero justicia no quiero lástima.

49 carriolas, 49 nombres, un sólo reclamo: Justicia. Un bello canto arrulla las carriolas, los universitarios, dan un poco de sí a la tragedia más grande de Sonora a los que los poderosos no dan nada.

Los teporochos reclaman que el alcoholismo, es un problema grave, pero nadie hace nada, las mujeres cuestionan los delitos contra las mujeres pero nadie hace nada y en esta sociedad todo está prohibido, abstinencia reclama la iglesia, pero los negocios turbios que no se paren.

“Ei-bi-sí, guan-tu-tri” coreaban los universitarios: se sancionará a quien no pinte frecuentemente la fachada de su vivienda, arroje basura desde un su vehículo particular o de transporte público. También se sancionara a dueños que ofrezcan servicios de internet y permitan a sus usuarios ver pornografía, insistían.

Las bellas muertes, los zanqueros, el Papa, los teporochos, la justicia golpeada y ensangrentada, todos universitarios nos hacían recordar esa noche que en Sonora no hay justicia para los que menos tienen, solo para los pudientes.

Y en el museo de la Universidad se erige un altar de muerto hecho de dolor y de amor de padres de niños y niñas sonrientes, que penetran nuestra conciencia y nos invitan a quererlos.

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