El país se beneficiaría con un gobierno de izquierda moderna, imaginativa, generosa.
Cecilia Soto*
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El actual jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, es la mejor opción electoral para la izquierda en las elecciones de 2012. El criterio para llegar a esta conclusión es muy sencillo: las innegables mejorías que ha tenido la calidad de vida en la Ciudad de México, mejorías que no sólo no son destino manifiesto, sino que van en sentido contrario al deterioro de las condiciones de seguridad, economía y servicios que acusan numerosas regiones del país. Muchos de estos avances se han construido desde 2000, año en el que el PRD inició el gobierno de la ciudad pero sin duda el gobierno de Ebrard ha añadido innovaciones que además de buscar reparar y mitigar situaciones de desigualdad e injusticia, añejas deudas sociales, han asaltado el futuro preparando al Distrito Federal, como bien lo dice el lema oficial, para ser una ciudad de vanguardia.
Como posible candidato presidencial del PRD y de los partidos que pudieran sumarse a esta candidatura, Marcelo Ebrard aportaría el poderoso efecto demostración de las buenas cuentas de la Ciudad de México, sin duda mejores en cantidad y calidad a las del Estado de México y además, verdaderas. No es que la ciudad no siga padeciendo problemas como la pesadilla del tránsito, el exceso de marchas, la corrupción y opacidad rampante en algunas delegaciones y otros más, pero por primera vez se ve para varios de ellos la luz al final del túnel. La paciencia y la tolerancia ciudadana aflora las más de las veces porque el gobierno de la ciudad le ha demostrado que ha resuelto problemas: los ambulantes que ahogaban el primer cuadro del Centro Histórico han sido retirados y no han vuelto; la decisión de crear una Autoridad del Centro Histórico, bajo la dirección de una mujer de gran talento, Alejandra Moreno Toscano, ha coadyuvado a la explosión milagrosa de vitalidad y belleza que conjunta el Centro Histórico, ahora una fuente importante de ingresos para la ciudad, pues se ha convertido en un gran destino turístico. El transporte público poco a poco gana en dignidad y eficiencia e invita a la clase media a usar menos el automóvil. Los taxis que antes constituían un riesgo de asalto y delito, ahora están bajo un fuerte incentivo de ser taxis seguros.
La candidatura de Marcelo Ebrard tiene activos e instrumentos para crecer más allá del voto tradicionalmente fiel de la izquierda hacia los diversos estratos que conforman la clase media y especialmente los jóvenes. Su competidor, Andrés Manuel López Obrador, está en la situación inversa. Su derrota no fue perder las elecciones de julio de 2006 sino dilapidar su capital político precisamente de julio a diciembre de 2006, el periodo de su desplome en las encuestas cuando su índice de reprobación llegó a 38%. El obstáculo para que su candidatura crezca es la memoria de la clase media. Ante la decepción del gobierno panista, la memoria de la clase media se muestra misteriosamente generosa con el PRI, pero no lo ha sido con AMLO que encabeza todos los sondeos en la categoría “opinión negativa”.
No elaboraré aquí sobre si AMLO respetará o no las encuestas. Lo importante a considerar es que con Marcelo Ebrard como candidato a la Presidencia, el PRD tiene posibilidades de retener la Jefatura de Gobierno en el DF y de aumentar considerablemente el caudal nacional de votos para ese partido que tanto tiene que aportar a la maltrecha vida política nacional. El escenario contrario es más que predecible si AMLO es el candidato. No hay spots que recuperen la confianza del ciudadano cuando la experiencia vivida ha sido tan traumática y tan cercana como la del periodo postelectoral de 2006.
Estoy convencida de que la responsabilidad responsabiliza. El país se beneficiaría con un gobierno de izquierda moderna, imaginativa, generosa para los derechos de los ciudadanos a vivir una vida libre y productiva, determinada a transformar a nuestro país en un protagonista positivo y arrojado en las transformaciones que el mundo necesita. Marcelo es el bueno para ese reto. Nos vemos en twitter: @ceciliasotog
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