jueves, 3 de noviembre de 2011

NADIE SOBRA CONTRA EL PATRIARCADO.

de Daniela Fregoso, el Viernes, 04 de noviembre de 2011, 10:28
Por Sandra Moreno, desde Bilbao, España | 21.10.2011

La ong Mugarik Gabe (Sin fronteras) de Bilbao, España, cree en los encuentros internacionales para conocer otras experiencias del movimiento feminista y replantear las estrategias que permitan la transformación del sistema patriarcal.
Las Jornadas 'Violencias machistas y estrategias para enfrentarlas' tuvieron una excelente convocatoria. El público se mostraba interesado en escuchar a las ponentes nacionales y latinoamericanas (de Méjico, Guatemala, El Salvador y Colombia) y participar en los espacios de discusión y talleres. Las temáticas cubrían la violencia estructural y económica, la simbólica, las alternativas y la impunidad de los Estados.
'Nadie sobra en ninguna parte. Tenemos que ver puntos mínimos entre nosotras para trabajar juntas', aconsejó Arantza Campos, directora del Master de Igualdad de mujeres y hombres de la Universidad del País Vasco, sede del evento, el 4, 5 y 6 de octubre pasado. Ella presentaba a las expositoras sobre las Alternativas frente a las violencias machistas. La primera en hablar fue Laura Herrera, de Las Dignas, El Salvador. Comenzó con dos datos demoledores: cada siete minutos una mujer sufre violencia en su país y dos han sido asesinadas, diariamente, en el primer trimestre de 2011.
A cualquiera desaniman estos números, más si le ponen rostro de mujeres y llevan 21 años de existencia en suelo salvadoreño, como les pasa a Las Dignas. Sin embargo, Morena Herrera, fundadora del grupo, se encarga de infundir esperanza porque 'el intento de dejar al mundo diferente a como lo encontramos, vale la pena'. Y en esa lucha, uno de los mejores ejemplos es Andrea Medina, parte del equipo de juristas del emblemático caso Campo Algodonero, en el que la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó Sentencia contra Méjico por la violencia que sufrían las mujeres.
En noviembre de 2001, en un viejo campo algodonero por Ciudad Juárez, se encontraron ocho cuerpos de mujeres asesinadas y torturadas. Las familias de tres de las víctimas y organizaciones sociales interpusieron, en marzo de 2002, la denuncia ante la Corte porque se suponía que ya en los 90s el Gobierno mejicano había desarrollado una política para evitar este tipo de feminicidios. La sentencia llegó en 2009.

Medina, abogada feminista, enfatiza la importancia de que por primera vez una Corte se pronunciara sobre uno de nuestro Derechos: 'no sufrir violencia'. Pero asimismo el reto que implicó la construcción jurídica del concepto, 'la violencia sí era una forma de discriminación, y de esta forma podíamos exigir a los Estados su erradicación, porque tienen la obligación de combatirla, erradicarla'.
Martha Canseco, periodista mejicana, es consciente de la importancia de la sentencia aunque reconoce que en su patria 'si la mujer no sangra, lleva los huesos rotos, el funcionario no cree que ha sido víctima de violencia'. Imágenes harto conocidas para Silvia María García, de Mujeres que Crean, Colombia, un país que arrastra un conflicto de más de 50 años. 'En tiempos de guerra se exacerban las violaciones a los derechos de las mujeres', afirma tajante García. 'Se dice que se hace la guerra para conseguir la paz, pero se impone la destrucción, la muerte, el dolor y las violaciones…El cuerpo de las mujeres es un botín apreciado y despreciado a la vez'.
Sin ocultar la indignación y mirando de frente al público de las Jornadas, la colombiana expresa: 'Es intolerable la indiferencia contra las víctimas, entre ellas las mujeres'. ¿Qué hacer? En este momento, se recuerda lo dicho por María Viadero, de Mugarik Gabe, en la inauguración de la actividad, el internacionalismo nos permite conocer otras experiencias de las que surgirán nuevas preguntas y respuestas, el reto estará en 'construir conjuntamente'.
La investigadora Lily Muñoz, de Guatemala, invita a ser transgresoras del sistema, no sus cómplices, ya que los Estados son jueces y parte de la violencia contra las mujeres. Apela a una conciencia crítica de los hechos y a construir una nueva civilización, donde sean una realidad las relaciones simétricas entre hombres y mujeres. Medina aporta una pista muy buena de por dónde ir: 'para visibilizar el problema es importante la organización civil'.
Minutos antes una joven había dicho: 'Nos organizamos porque nos necesitamos'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario