domingo, 22 de enero de 2012

CARTA URGENTE AL SEÑOR PRESIDENTE MUNICIPAL DE HERMOSILLO

CARTA URGENTE AL SEÑOR PRESIDENTE MUNICIPAL DE HERMOSILLO(O Delincuentes de cuello Azul)
de Miguel Angel Aviles Castro, el Lunes, 23 de enero de 2012 a la(s) 11:17
CARTA URGENTE AL SEÑOR PRESIDENTE MUNICIPAL DE HERMOSILLO(O Delincuentes de cuello Azul)
Ya en otras ocasiones lo venía diciendo: en el centro de la ciudad de Hermosillo muchos ciudadanos corremos peligro. No porque no haya policía, sino porque precisamente ahí están ellos, al acecho, para atracar a cualquier persona que camine por el sector donde deberían estar para vigilarlo o para prevenir cualquier delito.
Son delincuentes de cuello azul, tal como se titula esta entrega que estaba prevista para redactarse más adelante pero los hechos de este domingo 22, precipitaron lo que sería un reportaje más amplio que retratara esta impunidad y que ayudara para que tales abusos de autoridad no se siguieran cometiendo.
No está de más decir que he sido un peatón toda mi vida y que me he convertido en algo que los franceses llaman flaneur que, para referirse alguna vez a Ibargüengoitia, es “alguien que pasea por las calles disfrutando muchísimo todo lo que se ve, sin un rumbo muy fijo y disponible siempre a la sorpresa.
Así me mirarán también rumbo a mi trabajo y hacia cualquier punto de la ciudad, sea de noche o de día, antes de agarrar un taxi, para que me lleve hasta mi casa. Desde modo he podido observar muchas cosas de esta ciudad que me causan alegrías, pero hay otras que me causan indignación y coraje, mucho coraje.
Sobre esto último, mi estimado Don Javier, de un año para acá he visto y he constatado con testimonios de los propios afectados o de taxistas o de mujeres que sencillamente le llaman putas, o de albañiles que salieron una noche a disiparse en una cantina o de hombres del sur que van de paso hacia el lado americano o de ancianos que quieren vivir sus últimos años acariciados con caricias de alquiler, lo que sin pudor alguno se hace por sus policías municipales en el centro de la ciudad: abordarlos, cuestionarlos, llenarlos de preguntas absurdas, amenazarlos y ya por último quitarlo el poco o mucho dinero que traen.
En un México que se nos está cayendo a pedazos gracias a este tipo de conductas abusivas, hay quienes no estamos dispuesto a permitirlo.
Ese es a lo mejor mi error, don Javier, él creer que si nos oponemos y nos damos cuartel a esto, las cosas cambiaran. Por eso, la noche de este domingo que me abordaron los agentes con el mismo estilo que le cuento, supe de lo que pueden ser capaces si uno osa en echarles a perder su gran negocio y si usted, como autoridad, no pone un hasta aquí, sus atropellos harán crisis y volveremos a lamentarnos de desgracias que pudieron evitarse.
El modos operandis utilizado conmigo es el mismo que me cuentan los testimonios que hasta ahora había logrado: hacen circular sus unidades por las calles del centro que están alredor de los bares, esperan que empiecen a salir los parroquianos, ubican a su víctima y, con cierto alharaca la abordan para causar miedo (desde su método es para que su presa pretenda huir y constatar que “algo hizo”). Si la víctima se para viene el interrogatorio en serie: ¿de dónde viene? ¿A qué te dedicas? ¿Qué andas haciendo? ¿Traes identificación? ¿Dónde vives? Si en estas respuestas no hacen estallar al interrogado, aducen que nos jactamos o los amenazamos de ser tal o cual cosa, cuando respondemos a que nos dedicamos, recurren al absurdo: “traes aliento alcohólico”(lo cual es lo más lógico en alguien que va saliendo de una cantina)…Enseguida viene la amenaza y la intención dellevarselo detenido a barandilla, con el auxilio y aspavientos de otros más agentes que para entonces ya llegaron a bordo de sus patrullas para ayudarlos.
Eso es a diario y este domingo me tocó a mí que caminaba por esas calles venia. Luego de advertirle que sus actos eran abusivos, adujeron que yo trai alto grado de embriaguez, no entendieron razones, les brotó el gorila que todos parecen llevar dentro, se pusieron coléricos, recurrieron a lo que para ellos es el chantaje: le diremos a todos que te vimos con los jotos y me llevaron esposado a la comandancia centro donde tuve que cubrir $1500.00 para que me pusieran en libertad.
Pudo hacer una llamada antes de subirme a la perica pero después uno de ellos me quitó mi celular y dentro de la unidad hacia como que me daría el golpe al tiempo que pedía a gritos: ¡Cállate el hocico!, antes de llegar a la comandancia decidió echarme el celular a la bolsa de mi chamarra y me bajo como bajar un delincuente de alta peligrosidad.
Mal que se lo diga, Don Javier, pero quienes me conocen saben que si bebo es poco(tal vez beba mas el arzobispo en una misa de domingo, nomas para que se de una idea) y que si alguna vez participo en un conflicto como este no es por iniciativa mía. No voy rumbo a la beatificación pero creo ser una buena persona y un ciudadano que no le hace daño a nadie. Ellos sin embargo, dijeron lo contrario y en tono amenazante(es su manera de silenciar), recurrieron a lo bajo:" te vimos con los pinchis putos", estupidez que cae por su propio peso por cuestiones que en su momento se dirán; así mismo, al contestarles que me dedicaba les dije que era abogado, sin embargo torcieron el sentido y ante el juez calificador dijeron que me jacte de serlo; ante mi indignación vino la burla y lo que ahora le cuento a usted y al público en general para que esto ya no pase mas.
Al pasarme con el médico, como si fuera parte de esta cadena delictiva, este me puso hacer ejercicios no si antes decirle yo que desde niño tengo un problema neurológico de tono y postura( el propio neurólogo lo puede constar) que me impiden hacer ciertos movimientos motrices(Estos chueco o patuleco, pues, dirían mis amigos). Eso significo para el médico que yo no podía dar un paso y otras cosas más que refirió en su certificado. El juez calificador, por su parte, escuchó la versión de los agentes y sobre lo que aquí le cuento, hizo literalmente oídos sordos.
Todo esto mismo les pasó a los entrevistados en el reportaje que, en efecto, como se los dije a los agentes y al juez(lo cual vieron como una excusa y se burlaron) lo venía haciendo desde hace meses, en mi carácter de aprendiz de reportero, si usted quiere, para poner en evidencia esto, que para desafortuna de los agentes aprehensores, ya había leído algún adelanto del mismo o comentado a algunos compañeros o taxistas a quienes le compartí lo que noche tras noche en esta ciudad pasa y cuando nos oponemos ejerciendo nuestros derechos pasamos a ser humillados y difamados como este domingo ocurrió.
ESTOS SON LOS NOMBRES DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS QUE INTERVINIERON EN LOS HECHOS: ADRIAN FILEMON BRAVO SEPULVEDA Y GUSTAVO CERVANTES BALLESTEROS (AUNQUE PARTICIPARON MAS), EL JUEZ CALIFICADOR ES MARIO ALBERTO LIMON Y EL DOCTOR QUE CERTIFICO CUESTIONES DE MI PERSONA EN TORNO A Mi GRADO DE ALCOHOL Y CONDUCTA QUE SON INADMISIBLES, ES EL DOCTOR GUILLERMO DURAN.
Reportan que fui detenido (como lo hacen con todos cuando no logran una dádiva) por infringir el artículo 157, fracción XXVII y 162-I del bando de policía y buen gobierno que es deambular en la vía publica en estado de embriaguez o drogado y intentar sobornar o disuadir a la autoridad para que cumpla con su deber (sic). Justamente, tal como lo probaremos una vez que hagamos la solicitud de información correspondiente, son estos los preceptos que citan los agentes o los jueces en una buena parte de las boletas de ingreso que registra esta comandancia. Es decir, ante la falta de razones legales para privar a alguien de su libertad, hay que inventarlas.
Además de ser totalmente falso, su propia ignorancia evidencia su abuso ya que, para detener a una persona por esas razones el bando establece tres condiciones a saber: a) exponer su integridad (aquí tal vez tengan razón porque si la expuso: ¡¡pero con ellos!!);b) Molestar a terceros y/o c) obstruir el libre tránsito de vehiculos.Ninguna, pero ninguna de las condiciones se da.Lo que mas agrede, don Javier, es la forma tan ligera con que pueden levantar un falso. Pero pudieron recurrir a cualquier otra cosa menos imposible, porque nunca, hasta ahora en vida como ciudadano, ni aquí en Hermosillo, la capital que usted aun preside ni alguna otra parte del mundo, he tratado de sobornar a nadie.
No quiero poner punto final a esta carta, sin agradecer las múltiples muestras de solidaridad y refrendar mi propósito de denunciar estos abusos cada vez que me sucedan a mi o a cualquier otra persona de las muchas que para estas ahora, me ha expuesto que han pasado por lo mismo.
Tampoco quiero concluirla, don Javier, sin solicitarle que por el bien de los ciudadanos que habitamos esta ciudad y , en su momento, en mi caso, se me reparé el daño moral y patrimonial causado., instruya, dentro del marco de sus facultades al L a Dirección de Asuntos Internos para que derivado de estos hechos que ahora narro, cumpla con la función Principal que tiene de, “ vigilar el buen desempeño de los miembros de la corporación policíaca, los jueces calificadores y los médicos legistas, con la finalidad única de lograr la dignificación y profesionalización de las diversas áreas de seguridad pública del Ayuntamiento de Hermosillo para que, como dice el propio bando que aseguran que violé, en un término no mayor de 10días hábiles envíe su recomendación a la Junta de Honor o a la Contraloría Municipal, según
Corresponda.
Yo, por mi parte, haré lo propio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario